Mauricio Teuber W.
Director Comercial Nutrición Animal
Cooprinsem

Cuando el rebaño no logra la producción esperada, habitualmente se le atribuye este bajo rendimiento a la alimentación, a pesar de que los forrajes y alimentos utilizados cumplen con la calidad y aportes nutricionales requeridos, sin considerar la manera en que son mezclados.
El proceso de mezclado en la elaboración de dietas balanceadas es un aspecto fundamental en la alimentación del ganado. Aunque en apariencia puede parecer un procedimiento simple, involucra múltiples factores técnicos y operativos que, de no ser controlados adecuadamente, pueden afectar la consistencia del alimento y, por ende, perjudicar la producción y productividad del rebaño.
Uno de los elementos más relevantes es el orden de carga de los ingredientes, especialmente en equipos como los carros mezcladores. Además, prácticas como la mezcla manual de materias primas y aditivos, o el uso de mezcladores rudimentarios, pueden generar desviaciones significativas respecto a la fórmula nutricional planificada.
Por lo anterior, es importante tener en consideración ciertos puntos claves en los diferentes procesos de mezclado:
1.Carro mezclador
Existen diversos tipos de carros mezcladores (horizontales, verticales, de uno o más rotores), y cada uno influye en los tiempos de mezclado, en la calidad del proceso y en el tamaño de fibra resultante. Una recomendación práctica para el tamaño adecuado de fibra es que esta no supere la mitad del ancho de la boca de la vaca. Los asesores nutricionales determinarán el tamaño óptimo según el estado productivo del rebaño (preparto, lactancia, crianza, entre otros).
La limpieza del carro mezclador es esencial. La acumulación de materia en rotores y sinfines puede favorecer la proliferación de hongos, por lo que se recomienda realizar limpiezas y revisiones periódicas de forma rutinaria.
Para una operación eficiente, el carro debe ubicarse sobre una superficie plana. La carga de ingredientes debe realizarse en el centro del carro, evitando deslizar los alimentos por las paredes laterales. El orden recomendado de carga es:
- Paja y/o heno.
- Harinas o concentrados.
- Forrajes húmedos (ensilajes de pradera o maíz).
- Líquidos (agua, melaza o derivados).
Es fundamental no sobrecargar el carro, ya que esto puede generar un coeficiente de variación superior al 20%, ocasionando una distribución desigual de los ingredientes entre la parte superior, media y baja del carro. Asimismo, respetar el tiempo óptimo de mezclado es clave para alcanzar un coeficiente de variación menor al 3%, lo cual garantiza una mezcla uniforme.
2.Mezcla de materias primas
La mezcla de materias primas enfrenta desafíos similares a los del carro mezclador, siendo el objetivo principal reducir al mínimo el coeficiente de variación. A menudo se subestima la complejidad del proceso, utilizando mezcladores simples o incluso betoneras, lo que genera mezclas inconsistentes y desequilibradas.
En Cooprinsem hemos detectado, en algunos casos, coeficientes de variación superiores al 50% al analizar solo el contenido de proteína. Esto implica que las desviaciones en otros componentes, como los minerales, podrían ser aún mayores. Por ejemplo, al formular una mezcla con un 16% de proteína, se pueden obtener muestras con tan solo 10–12%, y otras con más del 20%. Esta inconsistencia impacta directamente en la respuesta productiva esperada, pudiendo generar problemas como acidosis o falta de eficacia en aditivos, como secuestrantes de micotoxinas.
Ante esta problemática, la planta de balanceados de Cooprinsem ha incorporado tecnología de vanguardia en sus procesos de manufactura de alimentos para el ganado. Nuestros equipos, provenientes de los Países Bajos, están diseñados para realizar dosificación, molienda, quebrado y mezclado con alta precisión, logrando coeficientes de variación entre los más bajos del mercado.
Es importante destacar que nuestros equipos están diseñados con una capacidad de llenado óptima, que debe respetarse estrictamente. Tanto el sobrellenado como el subllenado afectan negativamente la calidad de la mezcla. Además, el tiempo de mezclado está determinado con exactitud: por ejemplo, una mezcla puede requerir exactamente 1 minuto y 17 segundos. Prolongar el tiempo de mezclado, lejos de mejorar el proceso, puede provocar una fase de desmezclado, en la que se separan aditivos y sales debido a sus diferentes pesos específicos.
Otro avance tecnológico incorporado por Cooprinsem es el uso de un pulverizador de líquidos de alta presión y temperatura, que permite una distribución homogénea en forma de neblina fina, evitando la formación de polvo y la pérdida de nutrientes. Esta técnica asegura la adhesión de partículas finas (como aditivos y sales minerales) y mejora la estabilidad de la mezcla.
En Cooprinsem estamos convencidos de que la calidad del mezclado es determinante para lograr una dieta consistente y eficiente, capaz de generar respuestas productivas estables en el rebaño. Aplicamos criterios técnicos similares a los utilizados en las industrias avícola y porcina, donde los estándares de precisión son extremadamente exigentes.
Nuestro compromiso es ofrecer productos de excelencia, con un bajo coeficiente de variación y respaldados por tecnología e ingeniería de clase mundial. Solo a través de una mezcla uniforme, precisa y tecnológicamente controlada, es posible garantizar el máximo aprovechamiento de los nutrientes y el éxito en la producción animal.



