Enrique Bombal C.
Regional Market Development Manager Cow Longevity
DeLaval Latam

Los sistemas de ordeño robótico en el mundo fueron desarrollados en Europa a finales de la década de 1970, y han estado comercialmente en funcionamiento desde la década de 1990. En Chile, los primeros robots de ordeña comenzaron a funcionar hace poco más de 10 años y en la actualidad estos se encuentran en operación en distintos sistemas productivos de leche del país, incorporándose a realidades muy distintas, como son los sistemas puramente pastoriles hasta los sistemas completamente confinados tipo freestall y otras variantes.
La evolución de la tecnología robótica en los últimos años, en términos de mejoras en sus prestaciones, ha sido sustancial. Lo anterior se ha dado por el desarrollo de nuevos sistemas y sensores que han permitido que los robots de ordeño no sean sólo máquinas capaces de ordeñar vacas de manera autónoma, sino que se han transformado en un factor clave en la gestión de un sistema de producción de leche, dado que aportan una gran cantidad de información de calidad, que permiten hoy adoptar mejores manejos, promoviendo un buen bienestar de las vacas, ayudando a la sustentabilidad del sistema de producción de leche en su conjunto. Dentro de los factores asociados a la sustentabilidad, encontramos los económicos, sociales y ambientales. En este artículo abordaremos el factor social, específicamente el relacionado al bienestar de los animales en estos sistemas, y como estos repercuten en los resultados productivos no sólo de producción de leche, sino que también de la productividad del recurso humano.
En general podemos decir que un animal experimenta un buen bienestar si está sano, cómodo, bien alimentado, en seguridad, y si no padece sensaciones desagradables como dolor, miedo o estrés y es capaz de expresar comportamientos importantes para su estado de bienestar físico y mental. Esto es válido para los animales mantenidos en cualquier lechería, independiente de si es una robótica o no. Pero para comprender mejor los sistemas robóticos y como pueden mejorar el bienestar animal haremos algunas comparaciones con los sistemas de ordeño convencional:
- En los sistemas robóticos observamos que las vacas eligen cuándo ser ordeñadas, esto mediante una configuración de tráfico de los animales tipo libre, semi-guiado o guiado, a diferencia de las lecherías de ordeño convencional donde las vacas son llevadas 2 o 3 veces al día, en horarios específicos a la sala de ordeño. Así, las rutinas diarias no circulan ya en torno a los ordeños.
- En las lecherías robóticas existe, en general, un menor nivel de estrés de los animales, debido a que el movimiento de las vacas se realiza sin grandes grupos ni apiñamiento. Las vacas tienen más tiempo para comer y descansar, ya que el sistema de ordeño está más próximo a ellas.
- A diferencia de las lecherías con ordeño convencional, en las lecherías robóticas, la máquina de ordeño toma un rol completamente distinto pasando a ser el principal centro de información y control del predio. Chequear aspectos relacionados al número de visitas por vaca, calidad de la leche y manejar parámetros de ordeño son todos aspectos que pasan a formar parte de la nueva rutina diaria.
- Las lecherías robóticas facilitan un mejor manejo individual de los animales. El rebaño como un todo pasa a tener una menor atención diaria, debido a que la atención individual de la vaca pasa a ser más fácil. Reportes diarios y alertas indican al productor que vacas necesitan atención. Se comienza así, con lo que se conoce como manejo por excepción, mejorando el nivel de salud y confort, dado que el conjunto de sensores que incorporan los robots permite monitorear adecuadamente distintas variables. Por ejemplo, los robots están equipados con múltiples sensores que monitorean parámetros como la conductividad de la leche, lo que permite detectar tempranamente problemas como mastitis, antes incluso de que se presenten síntomas clínicos. Además, al tener estos datos en tiempo real, se pueden tomar decisiones más precisas y oportunas para cuidar la salud del animal, lo que se traduce en mayor longevidad, mejores condiciones de vida y, como consecuencia, una mayor productividad.
- En las lecherías robóticas también observamos un cambio en los criterios de eliminación de vacas de los rebaños, aumentando el tipo de descarte voluntario por sobre las causas que originan un descarte de tipo involuntario (cojeras, mastitis, etc.). Además, en algunos rebaños ya hemos podido constatar una mejora en los índices de producción vitalicia por animal influenciado por las mejoras en parámetros de longevidad del rebaño.
La clave del éxito del ordeño robótico es que las vacas visiten de forma voluntaria, regular y con la suficiente frecuencia el robot. El manejo de las vacas, el ambiente y la organización del trabajo son el reto y determinan el éxito. La idea del sistema es que éste permita que la vaca decida (dentro de ciertos límites) cuándo se ordeña, con ventajas para el productor, al proporcionar mayores producciones de leche, y para la vaca, incrementando su autonomía, un importante factor para optimizar su bienestar.
En términos del comportamiento de los animales, en los sistemas robóticos las vacas de dos o más lactancias expresan un mayor grado de actividad y visitan un mayor número de veces el robot por iniciativa propia. Esto es particularmente importante en el primer tercio de lactancia, porque más ordeñas al día, posibilita lograr mayores producciones durante toda la lactancia. En el caso de vaquillas o vacas de primera lactancia, las cuales son las menos adaptadas en términos de visitar el área de ordeña, este factor es más desafiante y puede ser mejorado con un plan de entrenamiento, así como por el uso de nuevos modelos de robots, como es el caso de los robot de la serie VMS300, los cuales, al tener una mayor exactitud y velocidad en la postura de las copas de ordeño, hace que los animales de primer parto disminuyan el estrés asociado a los primeros ordeños, provocando en ellos un “recuerdo positivo” al ser ordeñadas, permitiendo una rápida adaptación al sistema, logrando maximizar la producción y el bienestar animal asociado a la ordeña.
Otro impacto de los sistemas robóticos es que, al ser voluntarios, semi voluntarios o guiados, permite a cada animal expresar mejor “su función” dentro del rebaño, por ejemplo, en los sistemas pastoriles del sur de Chile en los cuales se han implementado robots, algunas vacas cumplen la función de mantener la altura de corte de la pradera como lo desea el productor, en cambio otras se mueven más rápidamente, “floreando” la pradera, pero permitiendo un flujo más homogéneo hacia el robot de ordeña.



Figura 3. Vacas en lecherías robóticas en general tienen el potencial de incrementar la longevidad dada las mejores condiciones para expresar un comportamiento natural.



