Factores a considerar para un manejo de purines eficiente y sostenible en lecherías

Camila Berríos Lacombe
Ingeniera Civil Agrícola
Product Manager Efluentes
Departamento de Riego y Purines
cberrios@cooprinsem.cl
Cooprinsem

Manuel Troncoso P.
Ingeniero Civil Agrícola
Director Comercial
Departamento de Riego y Purines
mtroncoso@cooprinsem.cl
Cooprinsem

El manejo adecuado de los purines en las lecherías es crucial no solo para mantener la productividad y la salud de los animales, sino también para promover la sostenibilidad ambiental y económica de la empresa. El dimensionamiento y la caracterización de los purines son pasos fundamentales para asegurar que su tratamiento y disposición sean eficientes, minimizando impactos negativos y maximizando sus beneficios como recurso.

El purín tiene un alto contenido de nutrientes, como nitrógeno, fósforo y potasio. Así, si se gestionan adecuadamente, estos elementos pueden utilizarse como fertilizantes naturales para los cultivos, reduciendo así la necesidad de productos químicos. Sin embargo, su mal manejo puede causar problemas como la contaminación de aguas superficiales y subterráneas, la emisión de gases de efecto invernadero y la alteración de los ecosistemas cercanos.

Dimensionamiento: La base de un buen manejo

El dimensionamiento adecuado de los purines implica calcular la cantidad que se genera a lo largo del año. Este cálculo debe considerar los diversos factores que influyen tanto en la cantidad como en la calidad del purín:

  1. Número de animales: A mayor tamaño de la lechería, mayor será la cantidad de purín producido. El número de vacas lecheras es uno de los principales determinantes en la cantidad de purín generado.
  2. Infraestructura de la lechería: La infraestructura de la lechería tiene un impacto significativo en el volumen y la consistencia del purín. El uso de canaletas recolectoras en los patios de espera o alimentación, además del tipo de limpieza que se hace (en seco, con agua verde o agua limpia) son datos importantes al momento de dimensionar algún sistema de almacenamiento.
  3. Pastoreo vs. Estabulación: El tiempo que las vacas pasan pastoreando afecta directamente la cantidad de purín que cae en la pradera, lo que disminuye la necesidad de manejo inmediato. En contraste, cuando las vacas están estabuladas, el purín se acumula en los patios y debe ser dirigido a los pozos purineros para su almacenamiento y posterior manejo, lo que aumenta el volumen de purín que debe ser gestionado dentro de la infraestructura de la granja.
  4. Clima y Condiciones Ambientales: Las condiciones climáticas juegan un papel importante en la gestión del purín. En zonas con lluvias frecuentes, el purín puede diluirse debido al agua de lluvia que se acumula en las instalaciones, aumentando el volumen y afectando su consistencia. Por el contrario, en regiones más secas, el purín puede tener una mayor concentración de materia seca.

Una vez que se tiene un cálculo estimativo del volumen anual de purín, es posible dimensionar adecuadamente las infraestructuras necesarias para su almacenamiento, tratamiento y posterior uso. Esto incluye la construcción de pozos purineros adecuados, así como la selección de equipos para su distribución en los cultivos.

Caracterización del purín: Enfoque integral

La caracterización del purín es fundamental en la gestión sostenible de las lecherías, especialmente en un contexto donde la eficiencia en el uso del agua cobra cada vez más relevancia. A medida que algunas lecherías han implementado sistemas de limpieza más eficientes que minimizan el uso de agua, o han desviado adecuadamente el agua de lluvia de los pozos purineros, se ha observado una notable reducción en el volumen de purín generado.

Además, en Chile se están observando más sistemas de estabulación, lo que también influye en la generación y manejo del purín. Cambios en la alimentación de las vacas, como el aumento en el uso de dietas a base de granos, pueden alterar la consistencia del purín. Esta transformación resalta la necesidad de una caracterización adecuada del purín, ya que su mayor contenido sólido requiere equipos específicos para su manejo, como agitadores, bombas y sistemas de aspersión que se adapten a estas nuevas condiciones.

Manejo eficiente y sostenible: Claves para una lechería moderna

Una vez dimensionado y caracterizado el purín, se pueden aplicar estrategias de manejo que optimicen su uso y minimicen sus impactos. Algunas prácticas recomendadas incluyen:

  1. Almacenamiento adecuado: El purín debe ser almacenado en instalaciones herméticas y bien dimensionadas para evitar fugas y filtraciones que puedan contaminar el medio ambiente. Además, es importante evitar el almacenamiento prolongado sin tratamiento, ya que esto puede generar emisiones de gases nocivos como el amoníaco.
  2. Tratamiento de los purines: Existen diferentes tecnologías para tratar los purines antes de su aplicación, como la separación de fases o la digestión anaeróbica. Estos procesos permiten reducir la carga microbiana, ajustar la concentración de nutrientes y eliminar compuestos volátiles peligrosos.
  3. Aplicación controlada en los cultivos: Una vez tratados, los purines pueden ser utilizados como fertilizantes en los cultivos. Para maximizar su efectividad, es crucial aplicar el purín en el momento adecuado, en la cantidad correcta y en las condiciones climáticas adecuadas, evitando la evaporación de nutrientes y la contaminación de fuentes de agua cercanas.
  4. Monitoreo constante: El monitoreo de los suelos y los cultivos es esencial para evaluar los efectos del purín y ajustar las prácticas de manejo en función de los resultados. Esto también incluye la medición de la calidad del agua y el aire, asegurando que no se produzcan impactos negativos en el medio ambiente.

El dimensionamiento y la caracterización adecuados de los purines son esenciales para un manejo eficiente y sostenible en las lecherías. Con un enfoque basado en datos precisos sobre la cantidad y composición, las lecherías pueden tomar decisiones informadas sobre su almacenamiento, tratamiento y uso como fertilizante, contribuyendo a la sostenibilidad de la explotación, a la reducción de costos de insumos y a la preservación del medio ambiente.

El manejo adecuado de los purines no solo representa una oportunidad para optimizar los recursos dentro de la lechería, sino también para avanzar hacia una ganadería más responsable y respetuosa con el entorno.