Limpieza e higiene de los equipos de ordeña Un proceso clave en la extracción de leche fresca

María Camila Salvo
Jefa Ordeña Mecánica Zona Norte
Médico Veterinario
csalvo@cooprinsem.cl
Cooprinsem

Como es bien sabido, la extracción y almacenamiento de leche fresca es un proceso que contempla puntos clave que influyen directamente en la calidad e inocuidad de este producto noble y perecible. Contar con rutinas de ordeña establecidas, equipo de ordeña en buenas condiciones, con un adecuado plan de mantención, estanques de frío que proporcionen una temperatura de almacenamiento adecuada, entre otros, nos facilita dicho proceso.

Esto no se encuentra exento de desafíos, ya que cualquier desviación en la higiene de los equipos puede generar un impacto importante en los resultados obtenidos en muestras de leche fresca, donde el uno de los principales parámetros son las Unidades Formadoras de Colonias (UFC/ml). Este es un indicador de contenido de bacterias que podrían generan descomposición y acidez en la leche.

Esto último toma relevancia e impacto económico al entregar la leche fresca a una planta procesadora, donde dependiendo de los valores obtenidos en la quincena o en el mes a través de promedios, y en algunas pautas considerando valores de meses anteriores, se categoriza según escala de UFC pudiendo generar un castigo traducido en $/Lt. Además, se debe considerar lo que se deja de obtener llegando incluso hasta pérdidas de $28/Lt.

Estos inconvenientes pueden ser revertidos de manera oportuna si se indaga en la identificación del problema de limpieza en el equipo de ordeña, los cuales pueden ser generados por factores ambientales y/o de manejo del equipo generando residuos o depósitos en la línea de leche como presencia de proteína, piedra de leche, grasa, minerales y otros.

Como concepto general, la rutina de lavado en equipos de ordeña presenta los siguientes pasos:

  • Un enjuague previo con agua fría o tibia sin recircular (35° a 45°C) donde en un principio el agua tiene color blanquecino y se debe observar hasta que sale completamente limpia.
  • Luego el ciclo de lavado con agua caliente recirculante (idealmente desde 70°C) con detergente alcalino clorado por 10 minutos para residuos grasos y de proteína.
  • Y finalmente un aclarado posterior no recirculante con agua fría o tibia para eliminar todos los restos de químicos.
  • También se puede realizar un enjuague ácido para la eliminación de piedra de leche y minerales, donde la frecuencia varía según la lechería, pudiendo ser de manera diaria o en rutinas alcalino dominante 2 a 3 veces por semana.

No podemos dejar de lado el sanitizado que se realiza diariamente, el cual es ejecutado antes de cada ordeña con solución clorada. Debe considerarse al menos unos 30 minutos antes iniciar el proceso de ordeña.

Tomando en cuenta estos pasos, debemos tener algunas consideraciones para el tipo de lavado que realizaremos y los productos a utilizar, ya que su eficacia está sujeta a factores como la dureza del agua de la lechería (>dureza, >dosificación de detergentes y desinfectantes), temperatura del agua (sistema de termos, paneles solares u otros), volumen de agua y la automatización del lavado, ya que la presencia de lavadoras eficiencia aún más el tiempo del proceso, dosificación y uso de los productos químicos.

Una vez conocidos estos parámetros, se procede a definir el tipo de lavado, donde se encuentra la rutina alcalina dominante con utilización de detergente alcalino en la mayoría de los lavados y enjuague ácido 1 a 3 veces por semana. También la rutina americana, la cual presenta enjuague ácido, lavado alcalino y aclarado ácido, y la rutina alterna que utiliza detergente alcalino y ácido.

Los proveedores del rubro y sus nuevas tecnologías han podido dar soluciones a los clientes cuando se presentan desviaciones en parámetros que no tienen una rápida solución o que definitivamente no pueden ser corregidas por las características que presenta el predio. Un ejemplo de esto es la temperatura del agua y su dureza.

En la actualidad hay un detergente que puede funcionar a temperaturas más bajas de lo establecido, como el RTD de DeLaval, el cual es un detergente alcalino clorado líquido CIP que se utiliza en agua con temperatura reducida en sistemas de ordeño y estanque en comparación con los detergentes convencionales, pudiendo iniciar el ciclo de lavado a 45°C (donde normalmente se requiere a 70°C) y finalizando el ciclo a 40°C. Además, presenta un buen rendimiento en aguas con distintos grados de dureza (máximo 430 ppm de CaCO3) y se puede implementar en sistemas con energías renovables de calentamiento de agua. También tiene un reducido tiempo de lavado para grandes estanques de enfriamiento debido a que no requiere precalentamiento y, por ende, un impacto ambiental reducido debido al menor uso de energía.

Se recomienda buscar la alternativa que mejor se adapte a las características y necesidades del predio siempre bajo la asesoría del fabricante y asesor técnico comercial, el cual le dará las directrices necesarias para sacar el mejor rendimiento a los productos que se utilicen en su equipo de ordeña. Esto permitirá obtener un proceso exitoso de producción y recolección de leche fresca inocua y con parámetros de calidad óptimos para los consumidores finales.