Tizón Bacteriano en Avellano Europeo

MIGUEL CORDERO
Ingeniero Agrónomo
Asesor Técnico Comercial
Unidad de Frutales
mcordero@cooprinsem.cl
Cooprinsem

El tizón bacteriano tiene la reputación de ser el problema fitosanitario con mayor impacto productivo y económico en el avellano europeo en el mundo. Xanthomona arborícola pv corylina (Xac) es la bacteria causante. Descubierta en EEUU en 1913, en estos momentos se encuentra distribuida en todo el mundo. La bacteriosis de la avellana está influida por condiciones climáticas, la presencia de agua libre por precipitaciones o rocío favorece el desarrollo de la bacteria y manifestaciones sintomáticas en hojas y frutos.

En la Región del Maule, 2017 fue un año favorable para el desarrollo del patógeno cuyos síntomas, comenzando desde el reinicio vegetativo, eran visibles en hojas, ramitas y brácteas, especialmente en los avellanos de variedades más sensibles. No existen controles de naturaleza curativa, entonces una profilaxis preventiva debe seguirse para limitar la presencia de la enfermedad.

La incidencia de la bacteria puede alcanzar hasta el 60%-90% en las plantas, generando cuantiosas pérdidas productivas. Por lo mismo, tomar los resguardos adecuados para evitar su presencia aparece como un factor relevante para la industria nacional.

 

Ciclo epidemiodiológico del tizón bacteriano en Avellano Europeo, Fuente Agrichile.

FACTORES PREDISPONENTES

La presencia de Xac en los huertos se asocia a menudo a varios aspectos:

  • El factor climático es, por lejos, el más transcendente a la hora de incidir en el nivel de daño que se pueda llegar a producir. Así, por ejemplo, se ha determinado que las zonas que tienen mayor presencia de esta bacteria son aquellas donde se producen altas precipitaciones y abundante agua libre durante la primavera.
  • Mala calidad de los suelos, como suelos delgados, con exceso de humedad ya sea por la topografía o por estratas impermeables. Con baja cantidad de materia orgánica y/o algunos problemas y el debilitamiento general de las plantas, problemas por ejemplo de toxicidad por manganeso.
  • Los manejos culturales, como por ejemplo una fertilización desbalanceada.
  • Una densidad de población incorrecta, que provoque emboscamiento en alguna etapa del desarrollo del cultivo.
  • La poda puede inducir a una mayor sensibilidad del cultivo, ya sea por falta o por exceso de poda que produzca un vigor importante.
  • Plantas más viejas o con más edad generalmente tienden a presentar una mayor cantidad de inóculo, sobre todo cuando los controles previos no han sido muy efectivos.

En Chile, la zona que muestra mayor prevalencia a esta situación es la que se extiende entre la parte sur de la Región del Biobío y la Región de Los Lagos, donde en la actualidad se ubican los huertos de avellanos europeos más australes del país. De hecho, se han visto casos en que un huerto fuertemente afectado por esta bacteria puede llegar a perder hasta el 80% de su producción. Justamente esta es una de las razones que ha llevado a que la industria haya catalogado a la zona que se extiende desde Talca, por el norte, hasta Chillán, por el sur, como la mejor del país para producir avellanas europeas.

SÍNTOMAS Y MANEJO

La bacteria puede provocar varios síntomas y signos en los distintos órganos del avellano. Las lesiones que rodean las ramas y los troncos inicialmente causan el marchitamiento prematuro de las hojas en condiciones cálidas y soleadas, seguido a menudo por la muerte regresiva de las ramas pequeñas. Estos síntomas pueden ser una señal para comenzar a buscar lesiones o cancros siguiendo las ramas muertas hacia adentro y hacia abajo del árbol. También se observan manchas en las hojas y, aunque no es tan común, se pueden encontrar manchas en las cáscaras de las avellanas.

La bacteria tiene una fase epífita ya que se detectan 104-108 UFC (Unidades Formadoras de Colonia) por hoja durante todo el período vegetativo en huertos. También se han detectado en la superficie de las hojas y en las yemas (10-107 bacterias). En huertos enfermos, la tasa de yemas contaminadas varía de 0 a 90%.

Se ha evidenciado que los brotes pueden infectarse durante más de 200 días antes de que aparezcan los síntomas, lo que significa que los árboles infectados pueden verse sanos. Si se encuentran síntomas de tizón bacteriano o Xac, se debe podar el material enfermo 60-100 cm por debajo de la rama infectada y quemarlo o retirarlo del huerto. Debido a las dificultades de diagnóstico, es una buena idea esterilizar las herramientas de poda después de cada corte para minimizar la propagación de las bacterias dentro del huerto.

Se debe tener en cuenta que Xac (Xanthomona arborícola pv corylina) perte­nece a la misma especie que en nogales provoca la peste negra, aunque en este caso los sínto­mas son distintos, los que pueden llegar a ser más difíciles de combatir y erradicar.

Los síntomas se hacen evidentes una vez que termina el invierno.  En primavera es muy común ver, en árboles que están siendo afectados por la bacteria, ramas y ramillas completamente secas.

En ese contexto, a menudo los productores combaten la aparición de esta bacteria utilizando tratamientos preventivos con productos cúpricos, los cuales normalmente se aplican después de la cosecha. Es más, en la actualidad no se tiene completa certeza de los efectos exactos que podrían llegar a tener estos tratamientos en los huertos, sobre todo teniendo en cuenta el muy probable desarrollo de resistencia al cobre por parte de la bacteria.

La presencia de uno o más factores que estresen la planta y con las condiciones climáticas favorables para el desarrollo de la enfermedad, siempre se generará un  mayor nivel de daño.

Una planta en condiciones cercanas al óptimo fisiológico, tiende a ser más resistente, si esta se encuentra alta, el nivel de daño será menor. Así el manejo agroecológico del huerto incidirá la presentación y daño causado por esta enfermedad.  Contar con adecuadas condiciones de: riego, fertilización, control de malezas y manejo de la estructura del suelo, entre otras, permiten un buen control de la enfermedad. Se debe considerar que cada huerto, incluso cada cuartel, debe considerar un manejo diferenciado.

De todas maneras, y más allá de los supuestos, jamás se debe olvidar que, en la actualidad, no existe ningún tratamiento que sea cien por ciento efectivo. Por eso, como ya se mencionó, el control es preventivo:

  1. Cortar y quemar las ramitas afectadas.
  2. Realizar tratamientos preventivos con productos cúpricos., productos como el sulfato cuprocálcico son más persistente, los hidróxidos de cobre liberan mayor concentración de iones cobre.
  3. Realizar tratamiento con antibióticos cuando exista una alta carga bacteriana en el huerto.

RESISTENCIA Y MANEJO ALTERNATIVO

La presión y condiciones de control puede tornarse cada vez más complejas debido al desarrollo de resistencia al cobre que presenta Xanthomonas arborícola, lo que ha quedado en evidencia en las evaluaciones realizadas en Xanthomonas arborícola pv juglandis (Xaj). Por ello, es importante que las estrategias de control sean bien planificadas, mejoradas y permanentemente evaluadas.

En ese contexto, la utilización de medios biológicos como, por ejemplo, bacteriófagos, Aureobasidium pullulans y otras alternativas en evaluación permitirán disminuir los riegos y aumentar el control. Estas nuevas herramientas son usadas a la fecha para combatir con éxito, entre otras cosas, la peste negra en nogales.