José Riquelme
Asistente Técnico Comercial
Nutrición Animal
jriquelme@cooprinsem.cl
Cooprinsem
La acidosis ruminal subclínica (SARA) es un trastorno metabólico que afecta a los rumiantes, especialmente a las vacas lecheras de alta producción, cuando son alimentados con dietas que contienen altos niveles de concentrados y bajos niveles de fibra, sin una adecuada adaptación ruminal. Este problema se presenta con mayor frecuencia al comienzo de la lactancia debido a que las papilas ruminales de las vacas aún no están completamente desarrolladas o adaptadas a la nueva dieta.
Cuando se fermentan grandes cantidades de carbohidratos en el rumen, se producen cantidades excesivas de ácidos grasos volátiles, además de aumentar la producción de ácido láctico, lo que lleva a una disminución en el pH del rumen.
En algunos casos la disminución abrupta en el pH afecta negativamente a las bacterias ruminales que utilizan el ácido láctico como fuente de energía, lo que crea un ambiente propicio para la acumulación de ácido láctico. Como resultado, se desarrolla un cuadro clínico característico llamado acidosis láctica.
Se ha observado que, cuando los animales consumen alimentos con tasas o velocidades de fermentación ruminal aceleradas, el ambiente ruminal permanece durante varias horas del día con una acidez relativamente baja, sin llegar a presentarse el cuadro clínico típico de la acidosis láctica mencionada previamente. Ante este escenario, es posible sospechar de acidosis subclínica o SARA.
SARA generalmente se caracteriza por la ausencia de síntomas clínicos evidentes, lo que hace que su detección sea más difícil en comparación con la acidosis ruminal aguda. Aunque los síntomas pueden no ser tan obvios, se pueden observar ciertos indicios y cambios sutiles en el comportamiento y el rendimiento del animal que pueden sugerir la presencia de SARA. Algunos de los síntomas y signos asociados incluyen:
• Disminución del consumo de alimento: afecta el apetito y la capacidad del rumen para procesar eficientemente los nutrientes.
• Descenso en producción de leche: La acidosis ruminal subclínica puede resultar en una disminución de la producción de leche o en una variabilidad en la producción diaria de leche.
• Cambios en la calidad de la leche: bajo el concepto “solidos lácteos”, el contenido de grasa en leche es un indicador de sospecha, ya que SARA puede causar incluso depresión de grasa láctea. Muy relevante a la hora de evaluar producción vs calidad.
• Problemas de salud metabólica: puede predisponer en rumiantes, desarrollo de signología clínica, como laminitis (inflamación de las láminas de las pezuñas) o cetosis (trastorno metabólico asociado con altos niveles de cuerpos cetónicos en la sangre).
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser sutiles y variar según el grado clínico presente en el rebaño. El diagnóstico preciso de SARA requiere técnicas de monitoreo más avanzadas, como la medición del pH ruminal o el análisis de la flora microbiana en el rumen. Algo que en la práctica es muy difícil de ejecutar.
ESTRATEGIAS DIETÉTICAS ADECUADAS PARA EL MANEJO DE ACIDOSIS SUBCLÍNICA.
Aporte de fibra:
Desde el punto de vista nutricional el uso de dietas balanceadas que contengan cantidades adecuadas de fibra es de vital importancia. El National Research Council (NRC,2001) recomienda para vacas en el primer tercio de la lactancia un mínimo de 25 % de Fibra Detergente Neutra (FDN) de alta digestibilidad en el total de materia seca ingerida diaria. Pero también debemos tener en cuenta un factor muy relevante al momento de elaborar una dieta, hablamos de:
Fibra físicamente efectiva (FDNfe), se refiere a la fracción de fibra en la dieta de los rumiantes que es suficientemente larga y resistente. Es necesario un mínimo de 22% de FDNfe ( expresado como % de la MS total ingerida diariamente por el animal) para mantener el pH ruminal en 6,0 el 80-90 % del día.
La FDNfe tiene un impacto directo en la salud ruminal y en el equilibrio del pH. Si la dieta carece de suficiente FDNfe, puede llevar a una disminución de la masticación y rumia, lo que a su vez afecta la producción de saliva y la regulación del pH ruminal. Esto puede aumentar el riesgo de SARA y otros problemas de salud.
Para asegurarse de proporcionar una dieta equilibrada y adecuada en rumiantes, es importante tener en cuenta tanto la cantidad de fibra digestible (FDN) como la cantidad de fibra físicamente efectiva (FDNfe). Ambos aspectos son esenciales para mantener una fermentación ruminal saludable y promover el bienestar general del rebaño.
Efecto tampón:
El efecto tampón es una estrategia de intervención complementaria a la dieta, utilizada para tratar la acidosis ruminal o subclínica en rumiantes. Consiste en proporcionar aditivos que actúan como agentes neutralizantes de ácidos en el rumen, ayudando a mantener un pH adecuado y prevenir la acumulación excesiva de ácido láctico.
El Bicarbonato de sodio es uno de los agentes alcalinizante más comunes utilizados, debido a su bajo costo. Se recomienda utilizarlo a razones de 1% en base a MS (Sauvant y col.,2006). Sin embargo, hay que ser cuidadoso, ya que una dosificación incorrecta puede elevar excesivamente el pH ruminal, produciendo una alcalosis metabólica y/o un desequilibrio de electrolítico. Además, el uso indiscriminado y prolongado de bicarbonato de sodio mal dosificado puede generar una dependencia del aditivo y una disminución en la capacidad natural del animal para mantener un equilibrio adecuado en la fermentación ruminal.
Algas calcáreas, como derivados de algas marinas, son utilizadas en productos más sofisticados, ya que tienen efecto buffer estabilizando el pH ruminal de forma paulatina. Una desventaja de estos productos es que no poseen un efecto tampón inmediato, por lo tanto, no logran neutralizar la acidez del alimento en las primeras horas de la degradación ruminal.
Las levaduras vivas, estos aditivos ayudan a prevenir la acidosis ruminal, ya que consumen oxígeno y favorecen la anaerobiosis en el rumen. Entre los beneficios más relevantes de las levaduras, está el promover el crecimiento de bacterias ruminales que descomponen la fibra vegetal de manera eficiente. Esto es especialmente importante en casos de SARA, donde la falta de fibra en la dieta es un factor contribuyente.
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