Emilio Ramírez B.
Asistente Técnico Comercial
Control Lechero Oficial
eramirez@cooprinsem.cl
Cooprinsem
El servicio Control Lechero Oficial de Cooprinsem entrega múltiples herramientas para el productor, las cuales permiten optimizar el uso de sus recursos en base a registros e indicadores confiables. Sumado a lo anterior, control lechero cuenta con un servicio adicional enfocado a disminuir costos, aumentar ingresos y mejorar el bienestar animal: El score (o evaluación) de cojera para rebaños lecheros. Está evaluación es realizada por personal capacitado que en primera instancia diagnóstica el grado de claudicación individual de los rebaños que estén bajo un régimen de control lechero, permitiendo posteriormente determinar cómo repercute en el performance productivo, reproductivo y sanitario. Es importante señalar que nuestros técnicos son capacitados a través de OTEC Agrocapacita por el Dr. José Borkert, médico veterinario (especialista en podología bovina y bienestar animal).
El servicio consiste en identificar individualmente a los animales del rebaño y observar atentamente su desplazamiento de forma natural de tal manera de determinar su puntaje. Existen varias escalas para poder evaluar el grado de claudicación; en control lechero se emplea una escala de clasificación de grado 1 hasta 3 (Figura 1), donde la tipificación 1 es una vaca sana que no presenta dificultad al desplazarse, tipificación 2 es una vaca que presenta algún grado de dificultad para desplazarse pero que no permite identificar el miembro afectado y la tipificación 3 tenemos un animal con evidente dificultad para desplazarse permitiéndonos identificar el o los miembros afectados. Esta puntación brinda al productor lechero una apreciación general de cómo está la salud podal de su rebaño facilitando determinar la necesidad de establecer un tratamiento individual o colectivo de los animales que están en un grado de cojera. A su vez, este informe de claudicación se combina con los datos productivos y reproductivos de los animales afectados por algún grado de cojera, de tal manera que el productor pueda cuantificar los costos asociados a tener animales con enfermedad podal en su rebaño.
Debido a que uno de los desafíos más relevantes para los productores lecheros es aumentar la longevidad de sus rebaños no solo en términos de alargar la estadía en el predio, si no tener un animal con un buen estatus sanitario y productivo, tiene importancia la determinación de cojeras, ya que según Borkert en un estudio realizado (2011) determino una prevalencia de cojera de 9,2% posicionándose dentro de las principales causales de eliminación, siendo solo superada por mastitis y problemas reproductivos (Hernández 2015).
Por otra parte, considerando que una las premisas del bienestar animal indica que los animales deben estar libres de dolor, lesiones y sufrimiento, se vuelve necesario el contar con una evaluación que permite medir el dolor en relación con las cojeras, de esta manera el puntaje de cojeras es una herramienta útil para diagnosticar a tiempo animales que estén sufriendo dolencias y en qué grado para así enfocar el tratamiento.
Adicionalmente, un animal con cojera disminuye su producción de leche y retrasa su ciclo reproductivo (Tabla 1). Es así como vacas con cojeras no diagnosticadas pueden derivan en enfermedades sanitarias y reproductivas debido a que la expresión de dolor dificulta el desplazamiento disminuyendo también el consumo de materia seca generando así un desbalance energético negativo que conlleva la pérdida de condición corporal y producción. Además, debido a la pérdida de condición corporal puede verse afectado el sistema inmune y sumado a que por dolor pasan mayor tiempo en decúbito, predispone que la ubre este mayor tiempo en contacto con agentes bacteriológicos ambientales lo cual aumenta el riesgo de manifestación de mastitis.
El informe entregado por control lechero permite determinar la prevalencia cojera del rebaño, identificar los animales afectados con el grado de afección y los dedos afectados (Figura 2). Los datos anteriores se cruzan con el nivel de producción de leche y con indicadores reproductivos, permitiendo visualizar y cuantificar los problemas que genera una cojera. Con esa información el productor lechero cuantifica las perdidas generadas por la cojera en su rebaño, que son la baja en la producción de leche y el retraso el los ciclos reproductivos. Pero también un animal con cojera genera gastos en tratamientos y perdidas por eliminaciones.