Es frecuente escuchar que en un predio han comenzado o suspendido una suplementación vitamínico-mineral y no han observado cambios. Si bien estas afirmaciones pueden ser verdaderas, son una imagen de lo que ocurre a corto plazo, ya que el rol fundamental que juegan estas sustancias en producción, salud o reproducción de los animales se expresa generalmente a mediano y largo plazo, y está respaldado científicamente hace más de medio siglo.
Suplementación Mineral
Los minerales son sustancias inorgánicas elementales para la utilización y síntesis biológica de nutrientes esenciales. Por lo tanto, es primordial conocer los requerimientos de los animales en las distintas etapas fisiológicas y conocer el contenido y biodisponibilidad de minerales en la ración que estos consumen, para prevenir deficiencias o intoxicaciones.
En muchos predios lecheros existen problemas de deficiencia de uno o más minerales, sin embargo se presentan en forma subclínica y es difícil diagnosticarlo. Este tipo de deficiencia podría causar considerables pérdidas en producción de leche debido a que los minerales cumplen un rol importante en la síntesis de leche, metabolismo y salud en general (Gómez, 2020).
Los 15 minerales indispensables para los bovinos se dividen en macro (%) y micro (ppm) minerales, y el rol de cada uno hoy en días es ampliamente conocido (Díaz, 2012):
Entre las funciones de los micro-minerales está formar parte de la hemoglobina (Fe), influencia en la fertilidad y factor de crecimiento en animales jóvenes (Cu), constituyente de la pezuña y restaurador de los epitelios (Zn), factor de fertilidad en los animales adultos (Zn y Mn) y el correcto funcionamiento del sistema inmune (Se) (Ciria, et al., 2005).
Por lo tanto, la suplementación mineral en general es necesaria para: (Bavera, 2000)
• Mejorar el funcionamiento del rumen, logrando mayor eficiencia en la utilización del forraje consumido y por lo tanto, mayor producción.
• Mejorar el desempeño reproductivo del rebaño.
• Mejorar inmunidad para evitar problemas de salud (clínicos y subclínicos) que disminuyen la producción.
Otra consideración importante son las interacciones entre minerales, como el antagonismo de un elemento con otro, ya que disminuye su disponibilidad. Por lo que la presencia en determinadas cantidades de un elemento, puede hacer aumentar las necesidades de otros al afectar su absorción o producir una excreción más rápida (Ciria, et al., 2005). Por ejemplo, un caso muy frecuente es la baja absorción de magnesio (Mg) por parte de los animales cuando el potasio (K) está en altas concentraciones en la pradera, produciendo cuadros de Hipomagnesemia. También existen interacciones positivas entre minerales y vitaminas, como es el caso del Selenio y la Vitamina E, que reduce la retención de placenta, metritis, quistes ováricos y mastitis.
Los minerales inorgánicos, presentes en la naturaleza, se suministran como una premezcla mineral. La biodisponibilidad de las fuentes de minerales como sulfatos y cloruros es mayor que la de los óxidos. Una excepción es el óxido de Mg, que tiene buena absorción. En cambio, los minerales orgánicos se unen a una molécula orgánica en un proceso llamado quelación (Cu, Co, Zn, Mn, Fe, Mg, I y Se), y tienen mayor biodisponibilidad que los inorgánicos, pero el costo es mayor y su efecto es variable, por lo tanto se deben evaluar los beneficios que se obtienen con su utilización (Díaz, 2012).
Suplementación Vitamínica
Las vitaminas son sustancias orgánicas que deben ser aportadas en la dieta de bovinos, ya que la deficiencia de estas causa enfermedades específicas o síndromes, pues no son sintetizadas por el organismo o lo son en cantidad insuficientes (Enríquez, 2021).
Los requerimientos vitamínicos se establecen en las guías nutricionales (NRC) como los niveles mínimos que un animal debe consumir para evitar una deficiencia nutricional. Con el correr de los años los animales se han vuelto más eficientes en la producción de carne y leche, y esto demanda una mejor alimentación y nutrición de éstos, así como una mayor demanda de vitaminas liposolubles principalmente.
Las vitaminas liposolubles en la producción
(Enríquez, 2021; Soto, 2019; McDowell, 2000): El beta-caroteno (BC) es un componente importante de las plantas verdes como pastos y forrajes, pero el contenido es muy variable. Cuando el bovino ingiere el Beta-caroteno del forraje, este se transforma en Vitamina A en la mucosa intestinal y después es transportada al hígado para su almacenamiento, estas reservas protegen al animal por periodos variables de tiempo, por eso se recomienda suplementarla constantemente en la dieta. La deficiencia de BC provoca graves problemas reproductivos y alto índice de enfermedad en terneros.
La vitamina D natural se presenta solamente en un número limitado de alimentos como en los forrajes verdes secados al sol (Vitamina D2). El organismo puede producir Vitamina D3 bajo la acción de los rayos solares, pero los precursores de Vitamina D contenidos en las plantas sólo pueden ser asimilados por los animales en grado muy limitado. La deficiencia de vitamina D es más frecuente en animales estabulados que no reciben una adecuada exposición al sol o durante el invierno.
La Vitamina E ha mostrado ser esencial en la integridad y óptimo funcionamiento de los sistemas reproductivo, muscular, circulatorio, nervioso e inmune. Es un antioxidante que protege las membranas celulares de las reacciones de peroxidación, jugando un papel importante en la respuesta inmune y en la fertilidad en las vacas lecheras. La vitamina E suplementada en la dieta no es destruida a nivel ruminal, pero tiene una muy baja absorción en el tracto gastrointestinal. Una vez absorbida esta vitamina es transportada y almacenada en el hígado, pero no se almacena en grandes cantidades. Las praderas verdes son muy ricas en vitamina E, sin embargo es muy susceptible a la oxidación, por lo tanto declina rápidamente luego del corte. Durante el preparto es más importante aún suplementar esta vitamina, ya que los animales prácticamente no consumen forrajes verdes.
La revisión de Huerta, et al. (2005) y Castro, et al. (2006), coinciden en señalar algunos efectos positivos respecto a la suplementación con antioxidantes como Vit. A y E en dietas de rumiantes:
• Disminuye la incidencia de enfermedades (Mastitis, Retención de placenta, metritis, fiebre de leche, etc.), mejora la respuesta productiva y la respuesta inmunológica.
• En vacas de engorda la suplementación por sobre los niveles establecidos por el NRC mantiene por el color de la canal comparada con animales no suplementados.
• Aumenta la respuesta inmune y tiene efectos positivos en la proliferación de células del sistema inmune (linfocitos B y T).
Las vitaminas hidrosolubles en la producción
(Enríquez, 2021; Soto, 2019; McDowell, 2000): La Niacina actúa principalmente en su forma de coenzima ligada a la serie de reacciones metabólicas de los carbohidratos, proteínas y grasas. La mayor fuente de Niacina en rumiantes es de origen ruminal. Sin embargo, se ha concluido que la suplementación tiene efectos positivos en la producción de leche cuando se suplementa al inicio de la lactación y a vacas con cetosis.
La Biotina también actúa como coenzima en el metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas. En la piel tiene un gran efecto, ya que en casos de deficiencia se observan dermatitis y pezuñas frágiles. Su suplementación mejora la estructura de los cascos y reduce la incidencia de los problemas podales más frecuentes. Además, la Biotina tiene un efecto positivo en la producción de leche y mejora los parámetros reproductivos de la explotación.
Las deficiencias de Vitamina K y de Vitaminas del Complejo B son raras en rumiantes debido a que son abundantes en los alimentos y se sintetizan a nivel ruminal. Sin embargo, la suplementación con algunas vitaminas del complejo B en determinadas situaciones ha demostrado ser beneficiosa, por ejemplo en animales en feed-lot, vacas lecheras de alta producción y animales con dietas altas en carbohidratos de fácil fermentación. En la práctica la deficiencia de vitamina B12 se presenta únicamente con dietas deficientes en cobalto, ya que éste mineral es necesario para su síntesis. (McDowell, 2000).
CONCLUSIONES
La suplementación con Vitaminas y Minerales en bovinos de leche y carne es, en mayor o menor medida, siempre necesaria. Los efectos positivos en la salud, reproducción y producción de los animales están científicamente comprobados hace varias décadas, por lo tanto aunque a veces sea difícil de cuantificar estos efectos, es una inversión que será ampliamente retornada al sistema productivo.
BIBLIOGRAFÍA:
• GÓMEZ, C. Minerales para mejorar producción de leche y fertilidad en vacas lecheras. Departamento de Nutrición, Universidad Nacional Agraria La Molina. Artículo publicado en Entorno Ganadero. Abril- Mayo 2020.https://bmeditores.mx/ganaderia/minerales-para-mejorar-produccion-de-leche-y-fertilidad-en-vacas-lecheras/
• CIRIA, J. ET AL. 2005. Avances en nutrición mineral en ganado bovino. IX Seminario de Pastos y Forrajes. Universidad Nacional Experimental del Táchira, San Cristóbal, 31, 50-69.
• BAVERA, G. NECESIDAD DE SUPLEMENTAR CON MINERALES. 2000. Suplementación mineral del bovino a pastoreo y referencias en engorde a corral, Capítulo 5. Ed. del autor, Río Cuarto. 103-108. Sitio Argentino de Producción Animal www.produccion-animal.com.ar.
