Por vigésima vez, la Red Internacional de Comparación de Lecherías (IFCN, por sus siglas en inglés) reunió a los actores clave en la cadena de valor mundial de productos lácteos para discutir los desafíos y oportunidades de las tecnologías con visión de futuro. Los participantes de la conferencia de este año confirmaron que la integración del sector y el enfoque en los productores y sus animales serán clave para hacer que el sector lácteo sea tecnológicamente apto para el futuro. El evento híbrido tuvo lugar con más de 300 participantes (en vivo y en línea) del 4 al 6 de septiembre en Netanya, Israel. La composición de los asistentes se muestra en la figura 1.
Durante la conferencia se conversó y analizo el efecto de la “nueva normalidad” sobre de la industria lechera. Por “nueva normalidad” se entiende:
Efecto de las consecuencias económicas del Covid: inflación en aumento y recesión en el mercado mundial, alteraciones en las cadenas de suministros y cambios en la demanda de lácteos en los mercados nacionales y las importaciones lecheras.
Efecto de los desafíos ambientales: sequías y shocks climáticos, nuevas regulaciones políticas, y su sombrío efecto sobre el futuro de los productores de leche, reflejado actualmente en una disminución de las inversiones.
Efecto de las guerras y la crisis energética: y sus consecuencias sobre los costos de la energía, acceso a los mercados, la disponibilidad de fertilizantes y otros insumos.
La rentabilidad de los agricultores está amenazada.
En el aspecto económico, la industria láctea actual está bajo la influencia de los altos precios de los insumos, la baja disponibilidad de materias primas y un aumento constante de la demanda impulsada por la creciente población mundial. Además de las mega tendencias ya mencionadas se pueden agregar otras propias del giro como: la consolidación de los predios lecheros, márgenes de ganancia más bajos, además de los aspectos sociales y de sostenibilidad, así como las propias vacas y su bienestar, las que están cobrando cada vez más importancia.
Todo lo mencionado pone en riesgo la rentabilidad de los predios lecheros. El sector lácteo necesita responder y los agricultores de todo el mundo deben adaptarse a estas nuevas condiciones, la tecnología puede ayudar a cerrar las brechas y aumentar su rentabilidad. Sin embargo, esto solo tendrá éxito con un enfoque colaborativo y superando la mentalidad de silo (aislado de otros).
¿Qué potencial ofrecen las tecnologías a los predios?
La tecnología significa muchas cosas, pero los datos son esenciales para cualquier progreso, ellos pueden servir como una poderosa herramienta. Los datos ayudan a analizar, medir y monitorear, resaltando las brechas y el progreso y permitiendo a los agricultores tomar decisiones basadas en ellos. “La eficiencia aumenta cuando permitimos que los agricultores vean cosas que a veces son invisibles para ellos. Ayuda a gestionar tareas en lugar de tener que gestionar crisis en una granja”, explicó Shlomi Dagan de MSD.
Sin embargo, es importante que la industria tenga en cuenta que la tecnología debe diseñarse siempre desde el punto de vista del cliente. Solo cuando los agricultores puedan ver la relevancia de la innovación, ver sus beneficios para los animales y sus propias necesidades, y recibir un apoyo bien organizado, considerarán un cambio de estrategia. Galit Saban de Allflex dice: “Se trata de la experiencia del cliente”, es decir, el viaje que se realiza con ellos y “comprender el entorno en el que se utiliza la tecnología de una empresa”, agrega John McCurdy de Intellync. De manera similar, Rodrigo Souza de Phibro dice: “Solo cuando podamos demostrar valor para el cliente, veremos progreso”.
Las empresas agrícolas son muy diversas. Cuando se les preguntó a los panelistas sobre la aplicabilidad de las nuevas tecnologías en predios más pequeños o predios en regiones en desarrollo, estuvieron de acuerdo que el tamaño de la finca no importa cuando se trata de si el uso de tecnologías es beneficioso. Evine van Riemsdijk de Nedap lo resumió en esta declaración: “No todos necesita automatización, pero todos pueden usar la información”, lo que significa que debe haber métodos fáciles para que los agricultores reciban información. Shlomi Dagan de MSD agrego: “Si tiene una lechería pequeña, necesita buenos datos. Esta flexibilidad ayuda a las lecherías pequeñas a participar en el juego de la tecnología”. Esto, por supuesto, requiere un enfoque cooperativo entre todas las partes interesadas, y la confianza se convierte en uno de los aspectos más importantes en la toma de decisiones. Además, las soluciones empresariales deben adaptarse a las necesidades y posibilidades financieras individuales de los agricultores.
Mirando hacia el futuro, y con respecto al desafío de la sucesión en los predios, la introducción de nuevas tecnologías podría tener un efecto secundario positivo. Como la próxima generación de agricultores ha crecido con la tecnología más que las generaciones anteriores, es más probable que sigan el ritmo del cambio y aprecien los beneficios para su vida profesional y personal. Sin embargo, y todos los panelistas estuvieron de acuerdo en esto, existe la necesidad de adaptar la educación y la capacitación de los agricultores para que el potencial que ofrecen las nuevas tecnologías pueda ser realmente explotado.
¿Cuál es el camino correcto a seguir?
Detrás de los pasos más pequeños debe existir una comprensión más amplia de que compartir información y datos es una forma de colaboración beneficiosa y valiosa para todas las partes interesadas. Las asociaciones y la confianza entre las partes interesadas son fundamentales. Ori Inbar de Mileutis está seguro: “Si encontramos una manera de reunir información, superaremos la mentalidad de silo”.
Y hay una necesidad urgente de actuar: la velocidad del cambio es mucho mayor hoy en día en todos los sectores. Entonces, si la industria láctea quiere defender su lugar en el futuro, debe acelerar su progreso tecnológico y para lograrlo necesita de una colaboración basada en la confianza mutua de todos sus integrantes.
Proyecciones económicas para el corto plazo.
Las actuales condiciones macroeconómicas mundiales han generado un escenario lácteo inédito, normalmente frente a altos precios de los lácteos, los productores en todo el mundo reaccionaban aumentando su producción y tradicionalmente se llega a un punto en el cual este aumento en la oferta sobrepasa al aumento en la demanda impulsando los precios a la baja. Esta vez el alza de los costos de producción ha puesto presión adicional sobre los márgenes y su consecuencia ha sido que no se observa, ni se espera que suceda en el corto plazo, un aumento significativo en la oferta de leche. Ya van más de doce meses de crecimiento negativo de la producción de leche (Gráfico 1).
Según los datos monitoreados por IFCN, durante el curso del año 2022 solo el 30% de la leche procesada a nivel mundial cubre sus costos de producción. Y con respecto al tipo de predios que logran cubrir sus costos solo las lecherías pequeñas (menos de 10 vacas) y las lecherías comerciales grandes (más de 300 vacas) lo hacen. El promedio estimado de costo mundial de producción de leche alcanza a los 45 USD/100kg Leche Corregida por Sólidos (LCS), frente a indicador de precio de lácteos que está en los 49,2 USD/100 kg LCS. Así el desarrollo futuro del precio de los commodities lácteos dependerá mas de la reacción de la oferta y la evolución de los márgenes prediales.
El escenario que se considera de mayor probabilidad de ocurrencia es que a consecuencia de un crecimiento negativo (-0,5%) en la oferta de leche durante el 2022, frente a una demanda contraída por las restricciones económicas como consecuencia de la guerra, Covid y recesión, el precio de la leche fluctué entre los 40-50 USD hasta comienzos del próximo año.